Hoy voy a hablarles de un tema que me encanta: la fragilidad masculina. Como porcelana china (y me atrevo a decir que más aún) la masculinidad actualmente está en un estado de fragilidad extrema. Todo lo que un hombre haga o diga que no encaje en el estereotipo de su rol de género, el cual está demandado por la sociedad patriarcal en la que vivimos, será cuestionado, y hasta burlado. Nos hicieron creer que la masculinidad era poder, pero no hay nada biológico que lleven los hombres dentro de sí que indique esta característica ni nada que defina qué es masculino y qué no; es una mera institución social. La masculinidad existe como una conducta codificada; existe en el marco de relaciones de género. Pero en definitiva no es más que una institución social con una relación insustancial entre la hombría y el sexo biológico, sus supuestos sinónimos. Decía Michael Kaufman: "El niño no sabe diferenciar entre sexo y género, para él ser hombre es ser lo que el percibe como ma...
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