No es dificil hacerse la idea de lo que significa esta palabra. El "manterrupting" es un término utilizado para hacer visible las ocasiones en donde los hombres interrumpen inecesariamente a las mujeres. Esto es, simplemente porque creen que su voz o voto vale más que el nuestro por el hecho de ser hombres: porque saben más que nosotras y por eso es más importante que los escuchemos a ellos y que nos callemos nosotras. No es una nueva cosa que nos inventamos las feministas en esta "paranoia continua" ni es la manía de la sociedad occidental de ponerle un nombre en inglés a todas las cosas para que algo parezca mucho más serio. En realidad, la palabra fue usada por primera vez por el New York Times (¡ahora sí que la palabra se volvió importante!) para referirse a un estudio realizado en el que se demostraba que a las mujeres se nos interrumpe mucho más, que los hombres interrumpen mucho más, y que cuando más interrumpen los hombres es a las mujeres. Obviamente ésto es una cuestión de machismo. Partiendo de la base de que no estamos en igualdad de condiciones en los espacios de decisión, académicos y culturales, el hecho de tomar la voz y que encima se nos interrumpa termina acabando en que nos quedemos sin voz alguna. En los espacios de trabajo, debates políticos y de militancia; además de estar menos y hablar menos, cuando hablamos se nos interrumpe y eso supone que al final no deseemos participar. Provoca que las mujeres se abstengan, se contengan. Nos apagamos, nos volvemos menos creativas, menos comprometidas.
En el año 2009 Taylor Swift ganó el premio MTV Movie Awards por el mejor video femenino. La homenajeada subió al escenario para agradecer el galardón frente al público cuando Kanye West se lanzó también al escenario (?) y le arrebató el micrófono para pronunciar un monólogo: "¡Pero Beyoncé tenía uno de los mejores videos de todos los tiempos!" (OK, como si su opinión le importase a los jurados). Mientras gritaba levantaba el puño estando Taylor a su lado, quien aguardaba impaciente e incómoda ante esta situación por tomar la palabra. Lo logró varios minutos después y solo cuando Kanye se asegurara de dejar bien en claro su punto de vista sobre si merecía o no el premio y provocar risas con su improvisada intervención. Finalmente, Taylor logra acercarse al micrófono y dedicar su agradecimiento, que por supuesto tuvo poco que hacer frente al avasallante momento protagonizado por Kanye. Acá el video: https://www.youtube.com/watch?v=RvaakT52RjQ
No fue la única vez que pasó en el mundo de las estrellas. Durante el segundo debate de las elecciones presidenciales estadounidenses del año pasado, Trump interrumpió más de 18 veces a Hilary Clinton, alzando la voz y cortando el discurso de su contendiente, a pesar de las reiteradas llamadas de atención de los moderadores. A la distancia tanto ésta como la anterior situación puede parecer un "sketch", parte del show televisado e incluso en el caso del debate presidencial, un momento de pura y dura competencia entre competidores políticos. En realidad se trata de dos ejemplos notorios de este fenómeno. Uno al que deben enfrentarse a diario la mayoría de las mujeres. No solo es un hábito común sino que además tiene un considerable significado en cuanto a las relaciones de poder entre géneros.
Los dejo con una frase anónima: "Te equivocas. No quiero ser tuya. Quiero ser mía. Siempre mía. Y a ratos, compartirme contigo. Siendo libre".
Hasta la próxima entrada
CON PERMISO, BUENAS TARDES - VANESA MARTIN
En el año 2009 Taylor Swift ganó el premio MTV Movie Awards por el mejor video femenino. La homenajeada subió al escenario para agradecer el galardón frente al público cuando Kanye West se lanzó también al escenario (?) y le arrebató el micrófono para pronunciar un monólogo: "¡Pero Beyoncé tenía uno de los mejores videos de todos los tiempos!" (OK, como si su opinión le importase a los jurados). Mientras gritaba levantaba el puño estando Taylor a su lado, quien aguardaba impaciente e incómoda ante esta situación por tomar la palabra. Lo logró varios minutos después y solo cuando Kanye se asegurara de dejar bien en claro su punto de vista sobre si merecía o no el premio y provocar risas con su improvisada intervención. Finalmente, Taylor logra acercarse al micrófono y dedicar su agradecimiento, que por supuesto tuvo poco que hacer frente al avasallante momento protagonizado por Kanye. Acá el video: https://www.youtube.com/watch?v=RvaakT52RjQ
No fue la única vez que pasó en el mundo de las estrellas. Durante el segundo debate de las elecciones presidenciales estadounidenses del año pasado, Trump interrumpió más de 18 veces a Hilary Clinton, alzando la voz y cortando el discurso de su contendiente, a pesar de las reiteradas llamadas de atención de los moderadores. A la distancia tanto ésta como la anterior situación puede parecer un "sketch", parte del show televisado e incluso en el caso del debate presidencial, un momento de pura y dura competencia entre competidores políticos. En realidad se trata de dos ejemplos notorios de este fenómeno. Uno al que deben enfrentarse a diario la mayoría de las mujeres. No solo es un hábito común sino que además tiene un considerable significado en cuanto a las relaciones de poder entre géneros.
Los dejo con una frase anónima: "Te equivocas. No quiero ser tuya. Quiero ser mía. Siempre mía. Y a ratos, compartirme contigo. Siendo libre".
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CON PERMISO, BUENAS TARDES - VANESA MARTIN
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